Donostiak alkate sozialista?

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Recuerdo que la noche electoral del 22 de mayo de 2011, cuando un medio de comunicación quiso que hiciera una valoración sobre los resultados para el Ayuntamiento, se me «escapó» la siguiente frase: «Es evidente que no seré yo, pero Donostia tendrá Alcalde Nacionalista». La semana del 23 de mayo se precipitaron los acontecimientos, y se produjo la renuncia de Odón Elorza, teóricamente para facilitar la reelección de un Alcalde Socialista en la Ciudad, Ernesto Gasco.
 
 
Se nos hicieron llamadas a la responsabilidad para que uniéramos nuestros votos a los del Partido Socialista y Partido Popular. Era esta una operación sin sentido, basada únicamente en la exclusión de una de las opciones políticas en el Ayuntamiento, que además resultaba ser la mayoritaria. EAJ-PNV mantuvo su posición y presentó su candidatura en el Pleno. Los seis concejales del PP votaron a Ernesto Gasco, y al final, en virtud de lo establecido por la Ley resultó elegido Alcalde Juan Karlos Izagirre.
 
 
Fue un Pleno desagradable, en el que el Partido Socialista y el Partido Popular nos dijeron muchas cosas (ninguna bonita). Recuerdo una de las frases que pronuncié en respuesta a las cosas que se nos decían: «El tiempo de la exclusión ha terminado».
 
 
Un año y medio más tarde el Partido Socialista nos ha dado la razón. Lo ha hecho en Juntas Generales llegando a un acuerdo con Bildu para aprobar los presupuestos forales. Dice Rafaela Romero que este es un signo de normalización política, que «el pasado es el pasado. No lo olvidaremos nunca, pero hay que mirar hacia el mañana. Como alguien escribió en el 94, algún día será posible que en Euskal Herria haya gobiernos de izquierdas». Y estoy de acuerdo. Como lo estaba hace un año y medio. Otros no. Otros utilizan los argumentos según les conviene. De tener Lehendakari con el apoyo del PP a pactar presupuestos con Bildu, mientras se exige al PNV que por responsabilidad ponga de Alcalde a un Socialista. ¡Eso es tener habilidad y lo demás son cuentos! Por no decir otra cosa…
 
 
Volvamos al 11 de junio de 2011 (Espero no se me diga que eso es mirar al pasado). A la salida del Pleno de constitución del Ayuntamiento había algo más de unas cien personas esperando celebrar la buena nueva. Portaban carteles de lo más variado. Pero había unos que me llamaron poderosamente la atención, rezaban: «orain bai, Donostiak Alkate Sozialista!».
 
 
Y ahora entiendo algunas cosas. Y pienso que tal vez fui un poco cándido la noche del 22 de mayo del año pasado. Porque yo pensaba en nacionalista y como donostiarra, pero otros tal vez no. Y no pasa nada, porque eso también es normalización, pero está bien que a la gente, a los ciudadanos, a los propios votantes se les digan las cosas claras. Es muy difícil estar en misa y repicando.